Dia 2 : ODDBALLS- RESERVA DE MOREMI
En África te levantas con la luz y te acuestas cuando se hace de noche. Los relojes aquí no sirven. Nadie tiene prisa.
Nos levantamos a las 6:30 decididos a hacer una excursión que durará aproximadamente 3 horas. Un café calentito nos ayuda a desperezarnos para emprender ruta por el delta del rio Okavango. Hace frío a esta hora. Aquí es invierno y no empieza a calentar el sol hasta las 10 horas aproximadamente.
En el camino, pronto nos encontraremos con algunos antílopes, elefantes, impalas, facóqueros y babuinos y ya tenemos las cámaras a punto.
Nos disponemos a seguir la ruta de una familia de elefantes. Hay dos pequeñitos y 3 grandes. De pronto, escuchamos el rugido de un león marcando su territorio. Trago saliva y sigo los pasos de Kitso, nuestro guía.
Nos levantamos a las 6:30 decididos a hacer una excursión que durará aproximadamente 3 horas. Un café calentito nos ayuda a desperezarnos para emprender ruta por el delta del rio Okavango. Hace frío a esta hora. Aquí es invierno y no empieza a calentar el sol hasta las 10 horas aproximadamente.
En el camino, pronto nos encontraremos con algunos antílopes, elefantes, impalas, facóqueros y babuinos y ya tenemos las cámaras a punto.
Nos disponemos a seguir la ruta de una familia de elefantes. Hay dos pequeñitos y 3 grandes. De pronto, escuchamos el rugido de un león marcando su territorio. Trago saliva y sigo los pasos de Kitso, nuestro guía.
Kitso tiene experiencia, conoce bien el terreno y eso me tranquiliza
Uno de los primeros consejos que te dan, es que al caminar hay que tener mucho cuídado por donde pisas. El suelo está lleno de serpientes. Yo procuro poner el pie en las pisadas de Kitso y claro, me canso enseguida. Él está acostumbrado a caminar y yo no.
Después de un largo paseo, volvemos al campamento ya que aún arrastramos el cansancio del viaje. Son muchas horas y el contraste de las temperaturas nos ha dejado chafados. Decidimos pasar el resto del día en el campamento descansando para aprovechar mejor el día siguiente.
Uno de los primeros consejos que te dan, es que al caminar hay que tener mucho cuídado por donde pisas. El suelo está lleno de serpientes. Yo procuro poner el pie en las pisadas de Kitso y claro, me canso enseguida. Él está acostumbrado a caminar y yo no.
Después de un largo paseo, volvemos al campamento ya que aún arrastramos el cansancio del viaje. Son muchas horas y el contraste de las temperaturas nos ha dejado chafados. Decidimos pasar el resto del día en el campamento descansando para aprovechar mejor el día siguiente.
No sabía lo que eran los facóqueros. He tenido que buscarlo en la wikipedia. Cada vez me apetece más darme una vueltecita por África...
ResponderEliminarYo tampoco sabía lo de los facóqueros, supongo que ahora ya no se me olvida... o sí.
ResponderEliminarMmmm que foto tan chula, ¡debe ser tan fácil olvidarse del resto del mundo allí!
Sigue contándonos tu viaje, pero no nos hagas esperar tanto ;)
Petonets!