No pensaba ni mucho menos hacer este bizcocho pero tuve que improvisar sobre la marcha con los ingredientes que tenía por casa y la verdad es que el resultado ha sido bastante aceptable. El bizcocho resultante es de textura delicada y las frutas le dan un toque sabroso y muy suave.
Pero las prisas no son buenas compañeras en la cocina, y cometí el error de desmoldar cuando el bizcocho estaba aún caliente. Casi se me deshace por los laterales y al final tuve que cubrirlo con un glaseado para que el aspecto quedara un poco más a atractivo.
Y como no hay mal que por bien no venga, esta improvisación ha dado un resultado más que notable en la sobremesa de hoy.
Los ingredientes
- 250 g de harina
- 150 g de mantequilla
- 140 g de azúcar
- 2 huevos
- 2 yogures griegos
- 2 ciruelas
- 100 g de arándanos + frambuesas
- 1 cucharadita de las de café de esencia de vainilla
- 1 cucharada de levadura química
- 1 pizca de bicarbonato
- 1 clara de huevo
- Azúcar glasé
- zumo de limón
La preparación.
Precalentamos el horno.
Batimos bien la mantequilla con el azúcar hasta que quede una masa bien homogénea. Añadimos los huevos uno a uno sin dejar de batir. Vertemos la esencia de vainilla y los yogures, removemos bien. En este punto incorporamos una ciruela cortada en trocitos pequeños, parte de los arándanos y parte de las frambuesas. Dejamos un puñadito para decorar al final.
Añadimos la harina tamizada con la levadura y el bicarbonato. Integramos suavemente todo y lo vertemos en un molde de horno previamente engrasado. Adornamos por encima con la otra ciruela cortada cuartos.
Añadimos la harina tamizada con la levadura y el bicarbonato. Integramos suavemente todo y lo vertemos en un molde de horno previamente engrasado. Adornamos por encima con la otra ciruela cortada cuartos.
Horneamos a 150-180º (según horno) durante 40 minutos o hasta que esté cocido. Hacer prueba del palillo.
Sacamos del horno, dejamos enfriar y desmoldamos.
Batimos la clara de huevo y le añadimos el azúcar glasé y unas gotas de zumo de limón. mezclamos hasta obtener una consistencia cremosa y blanca sin llegar al punto de merengue. Dejamos reposar unos 5-10 minutos.
Cubrimos el bizcocho con el glaseado y adornamos como más nos guste.
¡Feliz semana!
Pues te quedo un bizcocho espectacular...............un bico
ResponderEliminarQue pinta debe de estar de vicio un abrazo
ResponderEliminar